martes, 28 de febrero de 2017

Como dice el nombre del blog...No soy una Maruja por no trabajar fuera de casa. 

Realmente no me molesta que me lo llamen pero no entiendo a las personas, sobre todo mujeres, que no valoran o incluso ridiculizan a aquellas que, por cualquier motivo, hemos decidido trabajar en casa.
Os pondré en antecedentes.. Durante muchísimos años fui autónoma..Me dedicaba en cuerpo y alma a hacer una de las cosas que más me gustan en la vida..enseñar. Trabajaba más de ocho horas diarias incluido los fines de semana..llegaba a la hora de la cena (muchas veces a las once de la noche) cansada, pero feliz porque me encantaba mi trabajo..
Muchos os preguntareis porqué lo deje entonces si me daba tanta satisfacción..Muy fácil! Cuando mi hija alcanzó la edad de cuatro años y empezó a ir al colegio, se plantearon en mi vida muchas preguntas. Mi trabajo me mantenía ocupada de dos de la tarde a diez de la noche, mi marido llegaba también muy tarde de trabajar...asi que..

¿Cuando iba a poder verla?  nuestro horario de trabajo y su horario de colegio eran totalmente incompatibles, cuando nosotros quisiéramos llegar a casa ella ya estaría durmiendo

¿Quería que la educara mi madre ? Estoy orgullosísima de como me educó a mi, pero pienso que el papel de los abuelos no es el de educar..más bien es el de consentir.

Muchas preguntas para una sola respuesta posible, muchas dudas, muchas noches en vela pensando cual era el camino correcto para mi.

Entonces fue cuando tomé una de las decisiones más importantes de mi vida...dejar de trabajar remuneradamente, y dedicarme a tiempo completo a la crianza y educación de mi hija, a la vez que de todo lo relativo a mi casa.

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Me consta que hay muchas mujeres que optaron en su momento por esta opción, pero me niego en rotundo a que nos llamen Marujas por ello..porque no lo somos.
Yo no me llamo Maruja..me llamo Espe y he pasado los últimos once años  disfrutando de mi vida de ama de casa..preparando comidas, arreglando la casa, haciendo la compra, cuidando y educando a mi hija, y disfrutando con ella de todos los minutos que pasamos juntas..
Por eso, desde esta ventana quiero reivindicar el papel de la mujer que decide no salir a trabajar fuera de casa, por los motivos que sean; quiero reivindicar que eso no quiere decir que no leamos, que no estemos al tanto de la actualidad, que no nos guste una exposición, que no disfrutemos en una charla de economía. No trabajamos fuera de casa, pero por eso no somos ni analfabetas ni menos que la que hace, simplemente hemos decidido emplear nuestro tiempo de una manera distinta y no cobrar por ello.

Así que, la próxima vez que me vayas a llamar Maruja, piensa que soy como tú, con las mismas inquietudes, con la misma inteligencia, con el mismo conocimiento...pero con otro modo de ver la vida..
 Llámame Empresaria  de casa polifacética y si no, simplemente llámame Espe.