sábado, 24 de marzo de 2012

Dice Espe......que cuando un hijo se pone pachucho...tú también te enfermas.


Eso me pasó ayer...Elena se puso mala por la tarde...estuvo vomitando, amodorrada en la cama y sin ganas de ver la tele. Cuando tu hija no tiene ganas de jugar o de ver la tele, sabes que de verdad está enferma.
Yo me había prometido una tarde de limpieza infatigable....pero...lo cambié por una sesión de mimos sentada al lado de la enferma...

He dormido poco, al lado de su cama vigilando si la fiebre subía o no...y dándola suero para cortar el vómito.Ahora mismo está como una rosa, ya no quiere hablar de dieta blanda...
La teníais que ver ahora...jugando en la XBOX en el salón, mientras sus abuelos la miran con cara de espanto ja ja ja....
Las secuelas de la enfermedad de un hijo las arrastra la madre...soy yo quien hoy está para el arrastre, falta de sueño, crisis de ansiedad, ojeras y un tremendo dolor de cabeza.
Pero....bueno...aún así una madre no se puede meter en la cama fuera de hora, porque sino el castillo se viene abajo.Cierto es que nadie es indispensable en esta vida, pero es una realidad que si nosotras no estamos al pie del cañón nuestros hogares se convierten en..."esta casa es una ruina",por mucho que un hombre esté acostumbrado a ayudar en casa,si le falta el hombro de su pareja...todo se tambalea. Porque ellos tienen otra manera de ver el mundo diferente a nosotros.
Bueno...os dejo...me voy a dar un paseito por el parque.


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