Estoy escribiendo desde el portátil en la cocina...Sí,sí, otra vez relegada a mis dominios jajaja...y esta vez no por el fútbol, sino por mi hija y sus amigas..
¡¡Hay que ver la capacidad de sacrificio que tenemos las madres!!
Hoy como tantos otros días, en otros hogares, tenemos "fiesta de pijamas", que no es ni más ni menos que tres niñas de diez años con mariposas por todo el cuerpo que juegan, ríen, comen y bailan como locas por toda la casa..
De vez en cuando se conectan con otros y otras amigas por internet (qué cuidado hay que tener con esto)o juegan con la nintendo...
Ellas se lo pasan genial. Como os decía ayer tienen una edad en la que ya no son ni niñas ni mujeres...es un limbo extraño en el que se encuentran que hace que del único modo que se sienten totalmente felices es cuando están juntas...y nosotras, las madres, que ya hace años (no quiero ni pensar cuantos) hemos pasado por lo mismo, no tenemos otra cosa que hacer que ayudarles a pasar esta etapa de la mejor manera posible.
Aquí, en la cocina, escuchando sus risas mientras preparo la cena, no puedo evitar pensar en cuantos años han pasado desde mi niñez....y sin querer, o queriendo, los recuerdos vienen a mi mente como una catarata de sentimientos, añoranzas y sonrisas.
Recuerdo las tardes, haciendo los deberes en el "cuarto de estar" ,mientras mi madre cosía escuchando de fondo la melodía de la señora Francis...parece que su sintonía aún resuena en mi memoria...
Recuerdo los nervios que atenazaban mi estómago la Noche de Reyes, y a mí bailando delante del espejo de mi habitación las canciones de Mecano, de los Hombres G o Los Pecos. En eso no era muy diferente a ahora, porque ellas también bailan delante de su espejo aunque la música ratonera, para mí es bien diferente.
Recuerdo también nuestros programas de televisión...aquellos payasos de la tele que tantas tardes nos hacían reír, y también los juegos con las muñecas.
En esa época no teníamos móviles, ni internet, ni consolas....la televisión era en blanco y negro, y para colmo de males sólo la podías ver un rato ,porque a eso de las siete de la tarde salía la familia telerín avisándote que ya habías visto suficiente tele en ese día...
En esa época aún se mandaban Christmas por Navidad para felicitar las fiestas, y postales a tus compañeras de cole desde tu lugar de vacaciones, no como ahora que una simple llamada desde el móvil de mamá les permite contarse lo que han hecho todo el día....
Era otra época....viajábamos en coche sin cinturón de seguridad, no por chulería, sino por que no existían...
Llevábamos tiritas en las rodillas durante todo el año porque las protecciones que llevan ahora los niños en cabeza, codo y rodillas cuando montan en bici brillaban por su ausencia...
Compartíamos todo con los amigos: bocatas, bebidas... sin miedo a que los virus se pasaran de uno a otros ( y la verdad es que no nos hemos muerto)...
Jugábamos con cualquier cosa en la calle...y los bocadillos de Tulipán, foigras (ahora queda mejor decir paté, y nunca he entendido por qué ja ja ja) eran nuestro mejor alimento...
¡¡Qué recuerdos!!...quizás sea muy nostálgica....pero ¿tiene esto algo de malo?.
Bueno....os tengo que dejar, mi hija y sus amigas requieren también el portátil ja ja ja ja....y yo, madre diligente lo cambio por el delantal.
FELIZ FIN DE SEMANA
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